Site icon O Post 365

OE2025. Chega sinaliza “atitude positiva” do Governo e admite que “há caminho” para negociar

El panorama político en Portugal ha estado en constante movimiento en los últimos meses, especialmente después de las elecciones legislativas de 2019. Una de las principales sorpresas de estos comicios fue la irrupción del partido CHEGA, liderado por André Ventura. Con una campaña basada en la defensa de la seguridad y la lucha contra la corrupción, Ventura logró obtener un escaño en el Parlamento, convirtiéndose en el primer diputado de extrema derecha en Portugal desde el fin de la dictadura en 1974.

Sin embargo, su presencia en el Parlamento no ha estado exenta de controversia. Las declaraciones de Ventura han sido constantemente cuestionadas y su partido ha sido acusado de promover discursos de odio y xenofobia. Ante esta situación, el líder de CHEGA ha dejado en claro que su partido no se alinea ni con la derecha ni con la izquierda, sino que se considera una “tercera vía” en la política portuguesa.

Recientemente, Ventura ha vuelto a estar en el centro de la atención mediática debido a sus declaraciones sobre una posible aproximación al Partido Socialista (PS). “O Governo não pode querer estar a jogar nos dois tabuleiros”, ressalvou Ventura, haciendo referencia a las negociaciones que el PS está llevando a cabo con otros partidos para formar una mayoría parlamentaria estable. Estas declaraciones han generado un gran revuelo en el panorama político portugués y han sido interpretadas por muchos como una estrategia para obtener mayor visibilidad y poder en el Parlamento.

Sin embargo, más allá de las intenciones reales de Ventura, sus palabras ponen de manifiesto una realidad que es necesario abordar. En un sistema político multipartidista como el portugués, es común que los partidos busquen alianzas y acuerdos para poder llevar a cabo sus propuestas y proyectos. Sin embargo, esta búsqueda de alianzas no debe ser a cualquier precio y no puede olvidar los principios y valores que cada partido defiende.

En este sentido, es importante que el PS tenga claro que no puede jugar en dos tableros al mismo tiempo. Si bien es legítimo buscar alianzas para formar un gobierno estable, no se puede hacer a costa de aliarse con un partido que promueve discursos de odio y xenofobia. El PS es un partido que ha luchado por la igualdad, la justicia social y los derechos humanos, y no puede poner en riesgo su credibilidad aliándose con un partido que va en contra de estos valores.

Además, una posible aproximación al CHEGA podría ser contraproducente para el PS. La mayoría de los votantes del Partido Socialista no comparten las ideas y propuestas de CHEGA, por lo que una alianza con este partido podría generar un descontento en su base electoral. Asimismo, esta alianza podría dar una imagen de debilidad y falta de convicción por parte del PS, lo que podría ser aprovechado por la oposición para atacar al gobierno.

Por otro lado, es importante que el partido de André Ventura sea consciente de que no puede pretender ser una “tercera vía” en la política portuguesa si sus propuestas y discursos van en contra de los principios democráticos y de la convivencia pacífica. La democracia se basa en el respeto a la diversidad y a los derechos de todos, y un partido que promueve la discriminación y el odio no puede ser considerado como una opción viable para gobernar.

En conclusión, es necesario que tanto el PS como CHEGA sean coherentes con sus principios y valores. El gobierno no puede jugar en dos tableros y debe tener claro que no puede aliarse con un partido que promueve discursos de odio. Por su parte, CHEGA debe entender que no puede pretender ser una opción viable para gobernar si sus propuestas van en contra de los principios democráticos.

Exit mobile version